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Las lesiones de la médula espinal (LME) son lesiones devastadoras que pueden provocar una discapacidad permanente. Ocurren cuando la médula espinal se daña debido a un traumatismo, enfermedad u otras causas. La médula espinal es una parte vital del sistema nervioso central que transmite mensajes entre el cerebro y el resto del cuerpo, permitiéndonos movernos, sentir y controlar nuestras funciones corporales. Cuando se daña, puede provocar una variedad de problemas físicos y neurológicos que pueden tener un impacto profundo en la vida de una persona.
Hay muchas causas posibles de lesiones de la médula espinal, pero la causa más común es el traumatismo, que puede resultar de caídas, accidentes automovilísticos, lesiones deportivas y violencia. Otras causas incluyen enfermedades como el cáncer o las infecciones, la compresión de la médula espinal debido a una hernia de disco y afecciones degenerativas como la artritis.
Las lesiones de la médula espinal se pueden clasificar en dos tipos: completas e incompletas. Una lesión completa significa que no hay función sensorial o motora por debajo del nivel de la lesión. En otras palabras, la persona está paralizada y no puede sentir nada. Una lesión incompleta significa que existe cierto grado de función sensorial o motora por debajo del nivel de la lesión. La persona puede tener alguna sensación o movimiento, pero es limitado y varía según la gravedad de la lesión.
Las lesiones de la médula espinal también se pueden clasificar según la ubicación de la lesión. Las lesiones de la columna cervical (el cuello) son las más graves y pueden provocar tetraplejía (parálisis de brazos y piernas). Las lesiones en la columna torácica (la parte superior de la espalda) y la columna lumbar (la parte inferior de la espalda) pueden provocar paraplejía (parálisis de las piernas).
Los síntomas de una lesión de la médula espinal pueden variar según la gravedad de la lesión y la ubicación de la misma. Algunos síntomas comunes incluyen:
Actualmente no existe una cura para las lesiones de la médula espinal, pero existen tratamientos que pueden ayudar a controlar los síntomas y prevenir daños mayores. El tratamiento puede incluir medicamentos, cirugía, fisioterapia y terapia ocupacional. La rehabilitación es una parte crucial del proceso de recuperación de las personas con lesiones de la médula espinal y puede incluir el aprendizaje de nuevas habilidades, como usar una silla de ruedas, así como estrategias de afrontamiento para lidiar con el impacto emocional de la lesión.
Si usted o un ser querido vive con una lesión de la médula espinal, la Fundación Christopher y Dana Reeve puede ser capaz de ayudar a proporcionarle recursos. Esta organización sin fines de lucro se dedica a mejorar la calidad de vida de las personas que viven con parálisis, incluidas aquellas con lesiones de la médula espinal.
Prevenir las lesiones de la médula espinal es clave para reducir el número de personas que sufren estas devastadoras lesiones. Algunas formas efectivas de prevenir las lesiones de la médula espinal incluyen:
Si usted o un ser querido ha sufrido una lesión en la médula espinal debido a la negligencia de otra persona, puede tener derecho a una compensación por sus daños. Los daños pueden incluir gastos médicos, salarios perdidos, dolor y sufrimiento, y más. Es importante hablar con un abogado con experiencia en lesiones personales que pueda ayudarlo a comprender sus derechos y opciones legales. Anderson Franco Law está listo para ayudar, contáctenos ahora.